sábado, febrero 24, 2007

HE LLEGADO TARDE


He venido a desearte buenas noches y a decirte en un susurro que te amo. Pero he llegado tarde. El día ha terminado y las manecillas del reloj avanzaron inexorablemente, sin tiempo para retroceder, y poder retomar aquellos segundos preciosos en que debía haberte dejado ese mensaje en tu oído.

Me quedo con la soledad de siempre, con la angustia de no saber si te has dormido pensando en que llegaba deprisa para tratar de mirar tus ojos y llevar a ellos la chispa de ternura que mereces y que deseaba con todo el corazón dejar en tus sueños.

Hubiera querido contarte tantas cosas. Hablarte de aquel día en que vi, por primera vez, el mar y el miedo que senti cuando al acercarme, a la orilla de la playa, una ola mojó mis pies y salí corriendo, mientras ella continuaba varios metros tras de mi, como si tratara de impedir que marchara de su lado.

Sí, me hubiera gustado hablarte de ese momento y de otros muchos. De aquellos en los que viajé en tren durante la noche para llegar a la gran ciudad de madrugada. Aún recuerdo con nostalgia aquellos momentos. Los traqueteos del tren, las gentes en los compartimentos, la oscuridad tras la ventanilla, el sopor que me embargaba y aquellos minutos que se convertían en horas, donde adormecido por el viaje vagaba por esos mundos de los sueños y la fantasía.

Te veo ahora durmiendo. El sueño te ha vencido. No has podido esperarme a que llegara pues tus párpados se cerraron en esa hora mágica de la media noche. Un día más ha pasado. Ahora duermes. Yo no he podido darte ese beso y desearte buenas noches.

Mañana será otro día y volveré a tu lado. Procuraré llegar antes de que lo haga esa hora que cierra tus ojitos y antes también de que el sueño te envuelva con su manto, para traerte mis sueños, para decirte que te amo, para dejar en un susurro, que se escape de mis labios, esa caricia que deseo llegue a tu oído en la noche, con mi canto.

Hasta mañana amor, me marcho ya, queda soñando.

Rafael Sánchez Ortega ©
06/05/05

1 comentario:

Mey dijo...

El tiempo a veces no perdona, parece qe se vuelve ocntra uno mismo...

saludos