jueves, abril 28, 2011

PARA TI...


No sé si sigues mi cuaderno, ni si vienes tras mis pasos. En realidad no pienso en ello, aunque sí en ti.


Te conocí hace tiempo en este mundo coincidente, aquí donde se juntan los dioses y demonios, los genios y los locos, los seres variopintos de la vida que buscan las migajas y el consuelo.


Yo buscaba, en aquel entonces, un lugar para mis sueños, una tierna compañía de princesa enamorada, una dulce melodía de unos labios y una voz y una mirada, un latido presuroso de mi pecho...


Y buscaba todo eso y me lo diste poco a poco. Me ofreciste tu cariño a tu manera, tu palabra entrecortada, tus secretos inconfesos y también esos retazos, las pequeñas marionetas de tu vida con sus juegas y jaranas.


Me contaste tantas cosas, compartiste en muchos ratos tanto y tanto de tu alma, que ahora mismo, al recordarlo, me sonrío por idiota, pues me estabas ofreciendo tu cariño en un regalo, tu amistad sin compromiso, tu paciencia ilimitada con mis sueños de cristal, y el amor que tú sentías también vino hasta mi lado en aquel tiempo.


Pero yo no te entendía. Te veía tan lejana, tan ausente, tan centrada en otras cosas y personas que los celos y la envidia se engarzaron en mi alma, la atrofiaron y llorando y con mil dudas me alejé de tu destino.


Ha pasado mucho tiempo y he cambiado. Hoy te quiero como nunca te he querido, te respeto, y me alegra tu alegría y sonrío con tu risa y una nube de tristeza forma arrugas en mi frente con la tuya, cuando siento que estás triste.


El amor estaba cerca y está cerca y no lo vemos. Caminamos como necios por la vida tras de sueños y quimeras. Olvidamos a los seres que nos quieren, que nos dejan su palabras, que nos miran, que nos hablan, que preguntan cómo estamos, que sonríen y nos dan unas canciones de regalo.


¡Olvidamos tantas cosas...!


Pero yo no te he olvidado. Eres nube tras la niebla, eres nieve en el invierno, eres alga y eres yodo con salitre de mis mares, eres voz y eres palabra, con un rostro que no olvido y que recuerdo cada noche.


Es por eso, que si vienes y visitas mi cuaderno, si paseas por la casa de mis sueños, verás quizás, en estas letras, el mensaje que te mando. Un mensaje de cariño y de respeto, con amor, en un abrazo, para ti, en este día.


Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/11

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