sábado, junio 24, 2006

VOY HACIA TI




Sencillo Mar que embotas mis sentidos haz que recoja de tus olas esa cadencia que las mismas transportan por las aguas para depositar dulcemente en la arena de la playa.

Mas si prefieres ser cruel y quieres que te sienta cual puñal que clava mis sentidos a la tierra donde piso, enséñame el golpe bravio de las olas en la costa, que al azotar la misma con su espuma ahuyentan las gaviotas que allí posan vigilantes.

Haz que el salitre y el yodo se meta en todos los poros de mi cuerpo y lleguen hasta el alma para hacerla partícipe de todo cuanto llevas; la belleza de tu rostro cuando estás serena, la bravura que escondes y sacas de tu seno con el viento del oeste que llega huracanado, el despliegue de tus trenzas en forma de esas olas que cual hebras plateadas se deslizan ondulantes en el agua para venir a morir hasta la arena.

..."Hay cosas que no se expresan con palabras, hay actos que no se hacen con las manos, hay algo que emana de la fuente del alma y embriaga los sentidos, hay una voluntad que nace cada día y marcha a su vez buscando su camino..."

...Igual que tú, mi mar azul, mi dulce Mar que escondes mil tesoros, que guardas mil leyendas y esperas que a ti acuda a recibir el beso de tus aguas para que ellas me trasmitan ese canto y esas gestas que forjaron los marinos y me cuenten los viajes y aventuras ocurridos que guardas celosamente, esperando que alguien llegue a leer tus páginas inmaculadas.

Iré hasta ti, mi mar azul, mi dulce Mar, a llenar mi alma y mis sentidos de todas esas perlas que custodias y que guardas para entregar al poeta que sea capaz de leer ese libro misterioso en el que anotas, cual diario, todo lo que pasa y ocurre por tus aguas.

Ahora me voy. Marcho a buscar mi barca para salir a tu encuentro, para acudir a tu lado a dormir en tu regazo, mientras me acunan las olas. En esa barca pasaré la noche bajo la luz de la luna y abrigado con el manto azul del cielo soñaré que a mi lado las sirenas hacen guardia velando mi sueño y protegiéndome de los gigantes marinos.

Adios mi mar, mi dulce Mar, mi mar Azul, voy hacia ti pues sé que esperas.

Rafael Sánchez Ortega ©
15/04/06

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