"...Hay veces en que las fechas nos dicen muchas cosas. Unas veces nos ponen tristes al traernos recuerdos del pasado, otras nos dejan una nota alegre al recordar aquel momento vivido y en pocas ocasiones la fecha pasan indiferentes, porque siempre las asociamos a una cosa, persona, suceso de nuestro entorno y nuestra vida.
Sé que en esos momentos es difícil encontrar la palabra adecuada cuando los recuerdos son tristes, porque precisamente nada ni nadie puede hacer que aquel recuerdo desaparezca, ya que forma parte de nuestra vida, pero sí se puede encontrar el alivio, el hombro amigo, el pecho amado, donde descansar un poquito la cabeza y cerrar los ojos para simplemente soñar y si no olvidar, sí al menos superar esos instantes.
Cada persona es un mundo y cada mundo un misterio. Por eso lo que es válido para una persona a lo mejor para otra no lo es y sí contraproducente. Quizás cada uno debemos mirar un poquito a ese pasado y no verle como algo tan triste. Lo que pudo ser no es y eso no lleva vuelta de hoja. Nosotros estamos aquí, vivos, con nuestro corazón latiendo y con ese algo que vive en el fondo de nuestra alma hacia esa cosa, persona ó suceso, en forma de recuerdo.
Es lógica la tristeza en este caso, pero también debemos superar estos momentos, y tras el recuerdo cariñoso seguir viviendo. La vida, nuestra vida, se compone de todos esos segundos que el Destino nos ha dado para vivir. A lo largo de ellos unos serán tristes, otros alegres, y tendremos esa rica variedad que la vida, en sus diferentes etapas y momentos nos brindará.
Debemos ser consecuentes con ellos, y sin olvidar nada de nuestro pasado, seguir caminando de la mano hacia ese futuro, hacia esos sueños y hacia esa vida que nos espera y que nos resta por vivir.
Sí, ya sé que esto se dice muy bien y se escribe mejor cuando no estás pasando por un proceso de crisis, cuando no te atormentan esos recuerdos y cuando puedes libremente expresarlo. Al fin y al cabo toda persona humana tiene rescoldos en su alma y en su vida, ataduras que le llevan en fechas determinadas a ese pasado ó a ese "pudo ser y sin embargo..."
La vida es esa sucesión de acontecimientos, como ese adagio que en la música va creciendo lentamente y nos eleva por encima de la tierra para hacernos más pequeños, más insignificantes y quizás más dioses hasta elevarnos a esa nube de cristal que tanto gustan de narrar los poetas.
Una vez en esa nube puedes soñar y alejarte de la realidad, aunque la sigas viviendo. Desde la nube puedes mirar abajo, a la tierra, a ese mundo que tanto te ata y al que tanto debes. Pero también puedes mirar a lo alto, a ese cielo al que tantas veces miraste en el pasado, buscando descifrar los misterios de la vida y de tu vida, como esperando esa consigna o llamada, que nunca recibiste.
Si es así, si de verdad has subido a esa nube de cristal de los poetas, entonces cierra los ojos. Descansa simplemente y sueña, vas a vivir eternamente, pues tu sueño nunca acabará ya que ni siquiera ha comenzado todavía.
Tú eres el sueño y tú eres y formas parte de la vida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sé que en esos momentos es difícil encontrar la palabra adecuada cuando los recuerdos son tristes, porque precisamente nada ni nadie puede hacer que aquel recuerdo desaparezca, ya que forma parte de nuestra vida, pero sí se puede encontrar el alivio, el hombro amigo, el pecho amado, donde descansar un poquito la cabeza y cerrar los ojos para simplemente soñar y si no olvidar, sí al menos superar esos instantes.
Cada persona es un mundo y cada mundo un misterio. Por eso lo que es válido para una persona a lo mejor para otra no lo es y sí contraproducente. Quizás cada uno debemos mirar un poquito a ese pasado y no verle como algo tan triste. Lo que pudo ser no es y eso no lleva vuelta de hoja. Nosotros estamos aquí, vivos, con nuestro corazón latiendo y con ese algo que vive en el fondo de nuestra alma hacia esa cosa, persona ó suceso, en forma de recuerdo.
Es lógica la tristeza en este caso, pero también debemos superar estos momentos, y tras el recuerdo cariñoso seguir viviendo. La vida, nuestra vida, se compone de todos esos segundos que el Destino nos ha dado para vivir. A lo largo de ellos unos serán tristes, otros alegres, y tendremos esa rica variedad que la vida, en sus diferentes etapas y momentos nos brindará.
Debemos ser consecuentes con ellos, y sin olvidar nada de nuestro pasado, seguir caminando de la mano hacia ese futuro, hacia esos sueños y hacia esa vida que nos espera y que nos resta por vivir.
Sí, ya sé que esto se dice muy bien y se escribe mejor cuando no estás pasando por un proceso de crisis, cuando no te atormentan esos recuerdos y cuando puedes libremente expresarlo. Al fin y al cabo toda persona humana tiene rescoldos en su alma y en su vida, ataduras que le llevan en fechas determinadas a ese pasado ó a ese "pudo ser y sin embargo..."
La vida es esa sucesión de acontecimientos, como ese adagio que en la música va creciendo lentamente y nos eleva por encima de la tierra para hacernos más pequeños, más insignificantes y quizás más dioses hasta elevarnos a esa nube de cristal que tanto gustan de narrar los poetas.
Una vez en esa nube puedes soñar y alejarte de la realidad, aunque la sigas viviendo. Desde la nube puedes mirar abajo, a la tierra, a ese mundo que tanto te ata y al que tanto debes. Pero también puedes mirar a lo alto, a ese cielo al que tantas veces miraste en el pasado, buscando descifrar los misterios de la vida y de tu vida, como esperando esa consigna o llamada, que nunca recibiste.
Si es así, si de verdad has subido a esa nube de cristal de los poetas, entonces cierra los ojos. Descansa simplemente y sueña, vas a vivir eternamente, pues tu sueño nunca acabará ya que ni siquiera ha comenzado todavía.
Tú eres el sueño y tú eres y formas parte de la vida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18.03.06
No hay comentarios:
Publicar un comentario